Ahymara Espinoza es de nuevo olímpica
(Prensa Federación Venezolana de Atletismo) Venezuela tendrá cuatro representantes en el atletismo de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, luego de que Ahymara Espinoza entrara en el ranking del impulso de bala, que por primera vez en la historia otorgó cupos a la máxima cita del deporte mundial.
Espinoza sumó 1122 puntos, producto de su actuación en los cinco eventos válidos del período 2020-2021, para colocarse en el puesto 40 del ranking, pero descartando a las atletas del escalafón que ya habían avanzado por marca mínima y a las que excedían la cuota máxima de tres por país, mejoraba a la casilla 31, en un evento que otorga 32 cupos.
“Estoy feliz, conmovida, con un cúmulo de emociones por todo lo que he pasado en este último año para lograr este cometido“, celebró la plusmarquista nacional (18,19 m).
“Fue una clasificación traumática porque en el camino me conseguí con muchos obstáculos, de gente fuerte que me cerró muchas puertas, pero pa‘lante. Dios es grande y no abandona a sus hijos“.
Espinoza lanzó este año más cerca de lo que ha estado de su récord desde 2018, con un 18,15 en el Memorial Asnoldo Devonish, pero no le alcanzaba para la marca mínima de 18,50 m, por lo que quedó dependiendo del ranking mundial, que por primera vez es un criterio para definir a los clasificados olímpicos.
“Estamos muy orgullosos de estas cuatro mujeres que nos representarán en Tokio“, festejó Wilfredys León, presidente de la Federación Venezolana de Atletismo. “Teníamos mucha fe en Ahymara, sabíamos que su opción era clara. Es una atleta de mucho coraje que siempre da la cara por Venezuela“.
Otras tres criollas (Yulimar Rojas en salto triple, Robeilys Peinado en garrocha y Rosa Rodríguez en lanzamiento de martillo) lograron el pase a Tokio 2020 por marca mínima.
Espinoza marcó su récord nacional de 18,19 en el Test Olímpico de Río 2016, que coincidió con el Iberoamericano de atletismo, pero en los Juegos de Verano arribó en el puesto 19 de la eliminatoria, con un más modesto 17,27.
La competidora de 36 años viajó el año pasado a Eslovenia a entrenar junto a la también lanzadora Rosa Rodríguez a las órdenes de Vladimir Kevo, pero debió regresar a Venezuela por una emergencia familiar, y desde entonces debió entrenar en condiciones precarias en su natal Barlovento.